lunes, 17 de agosto de 2015

Cuba y Estados Unidos, restablecimiento de relaciones

           María Elena Balán Sainz (AIN)
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Cuba y Estados Unidos, restablecimiento de relaciones
  La creación de una comisión bilateral, que en las próximas semanas
definirá los temas que deberán ser abordados de inmediato, incluyendo
los asuntos pendientes de solución, acumulados durante décadas, figura
entre los resultados más palpables, luego de la apertura en Washington
el 20 de julio de la embajada cubana, y el izaje de la bandera
norteamericana en la sede diplomática de los EE.UU en La Habana, el 14
de agosto último.






 Luego de 54 años de haber roto relaciones diplomáticas ambos países,
se abrió una nueva etapa a partir del 17 de diciembre de 2014, tras 18
meses de conversaciones secretas, cuando los presidentes Raúl Castro
Ruz y Barack Obama hiceron pública la intención de comenzar un proceso
de diálogos para el restablecer  las relaciones diplomáticas.
   El 20 de julio la bandera de la estrella solitaria de la República
de Cuba volvió a batir al viento en Washington, luego de ser izada en
el jardín de la casona que ocupa oficialmente la embajada de la Isla.
   Ante más de 700 invitados que se agolparon dentro del edificio para
la ceremonia de apertura de la legación diplomática, y un mar de
amigos y simpatizantes de la Revolución cubana en los alrededores,
fueron entonadas las notas del Himno Nacional.
   Con la presencia del ministro de Relaciones Exteriores, Bruno
Rodríguez Parrilla, comenzó a las diez y 33 minutos de esta mañana la
ceremonia que coincidentemente se realizó el día que ambos países,
después de meses de conversaciones a puertas cerradas, restablecieron
relaciones diplomáticas.
    Representa  un logro significativo el cambio de discurso hacia la
isla, el trato como iguales, el reconocimiento a la legitimidad del
Gobierno cubano, al liderazgo histórico, a la resistencia del pueblo,
y que por primera vez un presidente de EE.UU. aceptara públicamente el
fracaso de la política hacia la Mayor de las Antillas.
   Durante estos ocho meses se abrió un espacio de trabajo conjunto
que ha dado frutos y que se resume en tres adjetivos —repetidos en
múltiples ocasiones— que aquilatan lo logrado: respetuoso, profesional
y constructivo.
   Resultados concretos son la exclusión de Cuba de la lista de países
supuestamente patrocinadores del terrorismo, la puesta en vigor de
medidas ejecutivas que modificaron regulaciones a los viajes a nuestro
país y el comercio, y que se resolviera el tema bancario para el
trabajo diplomático y consular isleño en EE.UU.
   La historia de diferencias entre las dos naciones no comenzó con el
triunfo de la Revolución cubana el primero de enero de 1959, pero las
medidas soberanas del naciente Gobierno llevaron a que las
administraciones norteamericanas intentaran por diversas vías
derrocarlo.
   Este 14 de agosto, en los alrededores de la embajada de Estados
Unidos en La Habana muchos cubanos se congregaron para observar  la
ceremonia del izaje de la enseña nacional  de EE.UU y expresaron
igualmente  su alegría por la reapertura de las legaciones aquí y en
Washington.
    Sobre las diez de la mañana, el secretario de Estado John Kerry
dejó oficialmente reabierta la embajada de Estados Unidos, como parte
del proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos
países.
  En la ceremonia de apertura de la legación diplomática, el
secretario Kerry hizo el discurso inaugural, el encargado de negocios
Jeffrey DeLaurentis ofreció las palabras de bienvenida y se escucharán
los himnos de ambas naciones.
   El poeta de la investidura presidencial, Richard Blanco, recitó
unos versos titulados Cosas del Mar y la música fue interpretada por
el quinteto de metales del Ejército de Estados Unidos.
   La visita de Kerry a La Habana constituye la primera en siete
décadas de un diplomático estadounidense de su nivel, luego de que
Edward R. Stettinius estuviera en Cuba en marzo de 1945, bajo la
administración del presidente norteamericano Harry S. Truman.
   Aunque los dos países tienen concepciones distintas en materias
como la soberanía nacional, la democracia, los derechos humanos, los
modelos políticos, habrá temas de interés mutuo en los que trabajar
dentro de las diferencias, para hacer de esta una relación civilizada
y provechosa.
    Levantar completamente el bloqueo va a tomar más tiempo, pero
constituye un imperativo.
   No obstante, aún sin quitar las restricciones,  el incremento de
estadounidenses en las calles cubanas es algo que se aprecia en el día
a día.
  Habrá que esperar a ver cómo van resolviéndose los asuntos
pendientes, que ya tienen en esta comisión bilateral un espacio para
el análisis. Igual será necesario que el Congreso se pronuncie para
dejar sin efecto muchas de las restricciones y Leyes que afectan a la
Isla Caribeña.
(Compendio de la Agencia Cubana de Noticias, a cargo de la periodista)

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